A diferencia de la protesta realizada el 6 de octubre reciente, esta vez el paro será de hasta ocho horas, señaló la entidad en un comunicado.
Señala el texto que la decisión se tomó como un paso necesario para hallar soluciones a los problemas críticos planteados desde hace tiempo.
La movilización no tiene un carácter de paralización total pues se atenderá a los aviones que están en vuelo para garantizar la seguridad de sus ocupantes, pero las naves en tierra verán afectado el servicio.
Esto generará demoras en los vuelos y no está descartada la suspensión de algunos de ellos, como ocurrió hace casi tres semanas.
El Colegio de Controladores Aéreos reconoció los inconvenientes que tendrán los viajeros y pidió comprensión porque, señaló, el objetivo es garantizar la máxima seguridad posible para quienes utilizan ese medio de transporte.
Las demandas planteadas a las autoridades del ramo incluyen la solución a problemas técnicos en comunicaciones, navegación y vigilancia, más inversión en infraestructura, crear concursos para ocupar plazas vacantes y ampliar el personal.
También exigen crear una carrera profesional de alto nivel para controlador de tránsito aéreo, reducir la carga y el agotamiento laboral y negociar una jornada de trabajo de 32 horas semanales.
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