Un legislador que, paradójicamente, votó por el permiso, la llamó frívola y “novicia voladora”, en referencia a lo que consideró nula utilidad de sus tres expediciones anteriores a Brasil, Estados Unidos y una gira a El Vaticano, Italia y Alemania.
La mandataria sostuvo, sin embargo, que sus viajes no son paseos sino fatigosas jornadas de trabajo intenso en busca, entre otros objetivos, de inversiones extranjeras en el país, pero las críticas persisten y sobre todo reclaman que se quede y atienda la crisis económica, social, política y de seguridad que afecta a los peruanos.
“No te puedes ir de viaje cuando tienes un país totalmente inseguro, cuando no se ha logrado la reactivación económica”, dijo el congresista de centro-derecha Edwin Martínez.
Boluerte tampoco debe viajar, agregó, “cuando no han sanado las heridas sociales generadas a consecuencia del cambio de Gobierno”, en alusión a las 50 muertos y cientos de heridos registrados durante las protestas contra el ascenso de Boluarte a la presidencia como sucesora del encarcelado Pedro Castillo, en diciembre de 2022.
El viaje fue autorizado ayer, al día siguiente de que una nueva encuesta privada, del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), arrojó como resultado un aumento de la desaprobación ciudadana a Boluarte, de 82 a 84 por ciento, que presumiblemente tiene entre sus motivos el impacto negativo de sus viajes al exterior.
La presidenta peruana fue convocada, al igual que otos 11 gobernantes, para la llamada Cumbre Inaugural de Líderes de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), un nuevo bloque impulsado por Washington bajo su hegemonía.
El anuncio de que la mandataria tendrá, según dijo, una reunión con el presidente norteamericano, Joe Biden, fue uno de los argumentos que convencieron a los congresistas que aprobaron el viaje con 65 votos a favor, de la mitad del total de congresistas, 40 en contra y seis abstenciones.
Sin embargo, el diario La República afirma que la mandataria “tendría agendada una reunión pactada con Joe Biden”, lo cual no confirmó el asesor del gobernante estadounidense en asuntos latinoamericanos, Jun Sebastián Gonzales.
El consultor declaró a una radioemisora local que Biden “busca poder sentarse con la presidenta Dina Boluarte; no ha tenido oportunidad de tener una reunión bilateral con ella y quiere abarcar temas no solo económicos, sino de seguridad, combate al narcotráfico”, según dijo.
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