La ex primera ministra Mirtha Vásquez condenó que el crimen siga impune y que “a estas alturas se niegue la acción criminal del Grupo Colina, (Vladimiro) Montesinos y (Alberto) Fujimori”.
Para la exministra de la Mujer Anahí Durand es indignante que “se imponga la impunidad y nadie sea condenado por este crimen”, lo cual evidencia que hay jueces alienados con el poder político.
La parlamentaria progresista Ruth Luque declaró que el fallo “instala un mensaje de impunidad, claramente para negar el derecho a la verdad y justicia”.
La sentencia, dictada la pasada medianoche, dividió a la corte superior tras siete años de proceso y tanto la Fiscalía como el abogado de la familia de quien fuera secretario general de la Confederación General de Trabajadores pedirán la nulidad del fallo.
Dos de los jueces votaron por la absolución y alegaron que no hay evidencias contundentes contra los acusados del crimen cometido en diciembre de 1992 por dos jefes de inteligencia militar y agentes del paramilitar Grupo Colina, y el tercero sostuvo lo contrario.
El tercer magistrado, Percy Ruiz, votó por la condena y argumentó que el gobierno de entonces tenía motivo para matar a Huilca porque este ejercía oposición al Gobierno de Fujimori, y había anunciado protestas sindicales.
Indira Huilca, hija del sindicalista asesinado y excongresista, coincidió con Ruiz en recordar que el entonces gobernante lanzó poco antes del crimen una amenaza pública contra el sindicalista al compararlo con elementos terroristas.
Fujimori es el principal acusado de la Fiscalía, secundado por su brazo derecho en materia militar y de represión, Montesinos, dos altos mandos del Servicio de Inteligencia del Ejército y un oficial, todos señalados como autores mediatos.
Julio Chuqui, Jesús Sosa y Nelson Carbajal, agentes del Grupo Colina, fueron imputados como ejecutores del crimen por integrantes del escuadrón, autor también de dos matanzas por las que están presos Fujimori y Montesinos.
El exgobernante fue excluido de la sentencia porque está pendiente el permiso de la justicia chilena que entregó a Fujimori para su juzgamiento en Perú, autorización requerida para causas distintas a las invocadas para su extradición.
Según Indira Huilca, los jueces que votaron por la absolución usaron argumentos absurdos a favor de Fujimori, como sostener que Pedro Huilca buscaba un entendimiento con aquel gobierno.
“Llevamos 31 años luchando por justicia con los hechos ya acreditados en el voto disidente del juez Ruiz, vamos a seguir adelante para que se haga justicia”, declaró la hija del mártir obrero.
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