“Con la energía y fuerza de nuestra juventud construimos el presente y consolidamos la industrialización de la Patria”, aseguró el dignatario en un post publicado en sus redes sociales.
Junto al texto, Arce incluyó fotografías del encuentro en la Casa Grande del Pueblo (sede gubernamental) con estudiantes de la promoción del Colegio Loretto, con sede en La Paz.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, a pocos días del tercer aniversario de la asunción presidencial de Arce (8 de noviembre) y del restablecimiento de la democracia tras el golpe de Estado de ese mes en 2019, son más de 140 plantas industriales las que se construyen en todo el país.
“Somos el Gobierno de la industrialización, trabajamos sin descanso para sentar las bases de una economía diversificada y sustituir las importaciones”, expresó el dignatario en mayo del año en curso.
Explicó entonces que el objetivo de todos estos proyectos en marcha es el de fomentar industrias que aporten valor agregado a las materias primas del territorio nacional, además de generar empleo digno a las familias bolivianas, así como mejores ingresos.
Los frutos iniciales ya se ven en sectores como el de los fertilizantes, los alimentos y los envases de vidrio, los cuales dejaron de adquirir en el exterior considerables cantidades de productos, según el Instituto Nacional de Estadística.
Por su parte, el Programa de Desarrollo Económico y Social (PDES 2021-2025) informó que el Gobierno Nacional cumplió la meta de reactivar la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) de Cochabamba, paralizada y con su equipamiento dañado durante el régimen de facto de Jeanine Añez (2019-2020).
Al respecto, el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, aseguró que en “2022 fue el primer año en que se tuvo el 99 por ciento del consumo de urea boliviana, o sea, se sustituyó casi en su totalidad la importación de urea, (…) entonces, el mercado interno está garantizado”.
El 13 de octubre último, Arce inauguró también en Cochabamba la Planta de NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) con una inversión de 63,7 millones de bolivianos, cuya capacidad de producción anual es de 60 mil toneladas de ese producto y de urea granulada de producción lenta.
Tal resultado permite cubrir la demanda interna y ofrece la posibilidad de vender en el exterior estos elementos de alta demanda.
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