reafirmó su capacidad de avanzar con éxito en industrializarse y sustituir importaciones.
Por Jorge Petinaud Martínez
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Bolivia
“Empezamos una etapa diferente, que es la que queríamos siempre, y
hemos pensado desde que escribimos el libro del Modelo Económico
Social Comunitario Productivo”, afirmó el presidente Luis Arce en un masivo acto en el Parque Industrial de Santivañez, Cochabamba.
Sostuvo el jefe de Estado en el discurso inaugural que “ese libro
deriva en esto que es la industrialización y Bolivia entra a la era de la industrialización”.
La factoría inaugurada garantiza la cobertura al ciento por ciento
de la demanda interna y permite ampliar las ventas del fertilizante al exterior.
La empresa constructora Sur Energy SRL realizó el proyecto en poco
más de un año a un costo de ocho millones de dólares, tras la firma
del contrato con la corporación Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), el 9 de julio de 2022.
Para fabricar NPK, la EBIH obtendrá la materia prima de las
empresas Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB),
Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y de las canteras de Cochabamba, se informó.
El gerente de la EBIH, Alejandro Gallardo, explicó que la nueva
industria ya posee la licencia del Servicio Nacional de Sanidad
Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria.
Según Gallardo, resulta de vital importancia la inocuidad de todos
los productos que la industria sacará al mercado, y describió que se
trata de las diferentes formulaciones de NPK y de urea de liberación
lenta, que “cumplirán un proceso productivo eficiente que garantizará un producto de calidad”.
Reiteró que con esa producción se cubrirá la demanda de
fertilizantes en el mercado nacional, por lo que se dejará de importar el insumo, como sucedía hasta la actualidad.
Precisó que 35 por ciento de la producción estará destinada al
mercado interno y el resto para exportación, por tanto, generará más
ingresos para el país.
“Va a tener capacidad exportadora y hoy por hoy todo el mundo quiere comprar fertilizantes y nosotros, como país, somos
privilegiados, siempre lo hemos dicho, lo tenemos todo, pero nos
faltaba organizarnos en un proceso industrializador”, proclamó Arce.
La nueva fábrica producirá unas 60 mil toneladas por año de NPK y
urea granulada de liberación lenta, dos de los fertilizantes de mayor demanda mundial.
Gracias a esa inversión, el rendimiento de los cultivos agrícolas de Cochabamba y del país altiplánico crecerán en 60 puntos porcentuales, se informó.
“Hoy estamos demostrando que cuando hay decisión política de
industrializar al país se puede hacer, y aquí está la prueba evidente
de que Bolivia está industrializándose”, destacó Arce.
La de Santiváñez es la primera de las más de 140 plantas propuestas por el Gobierno nacional como parte de su política de
industrialización para sustituir importaciones.
PROCESADORA DEL ZINC
La colaboración de Bolivia con dos empresas chinas para construir
una Planta Refinadora de Zinc en el departamento de Oruro, constituye
una realidad tras la firma de contratos en octubre último durante una
ceremonia oficial.
Marcelino Quispe, ministro de Minería, encabezó en el coliseo de la Empresa Metalúrgica Vinto el acto protocolar de rúbrica de los
compromisos entre esa corporación y los consorcios chinos Enfi-Crig y Chonh Qing Cisdi Engineering Consulting LTd., respectivamente.
“El Gobierno de los hermanos Luis Arce Catacora y David
Choquehuanca Céspedes, cumple una vez más su palabra, al dar un paso
más en la voluntad de materializar esta importante obra que se
inscribe en el Proyecto de Industrialización con rumbo al Bicentenario”, aseguró Quispe.
Ante autoridades locales y representantes de organizaciones
sociales, el titular explicó que esa obra fortalece el desarrollo
industrial de la minería en Oruro y se constituye en pionera en ese
rubro a escala nacional.
La Planta Refinadora se instalará en los predios de la Empresa
Metalúrgica Vinto.
Durante la ceremonia se informó que esa industria tendrá un
importante impacto sociolaboral, pues generará ocupación y desarrollo
regional.
En la etapa constructiva, representará 800 empleos directos
(temporales) y 500 directos permanentes, además de dos mil indirectos.
A escala nacional, fortalecerá la cadena minero metalúrgica
mediante el otorgamiento de valor agregado a ese recurso a la par de
impactar en la formación de recursos humanos de alta calificación.
Desde el punto de vista económico, el proyecto aportará una mayor
recaudación de impuestos para el Estado Plurinacional y regalías que
favorecerán a la Gobernación y los municipios productores de los
concentrados del metal.
El complejo orureño será edificado en una superficie de 30
hectáreas en predios de la Empresa Metalúrgica de Karachipampa con una capacidad de tratamiento anual de 150 mil toneladas de
concentrados y una producción de 65 mil toneladas de zinc metálico,
además de obtener minerales tecnológicos como indio, galio y plata
metálica.
Esta nueva industria fundirá y refinará el zinc para su venta en el mercado internacional.
Según Minería y Metalurgia, el contrato rubricado será remitido al
Ministerio de Planificación del Desarrollo con otra documentación
complementaria.
Con tales elementos, esa cartera gestionará la firma del contrato
de financiamiento o el crédito ya garantizado con Eximbank de China.
Como parte de la política gubernamental de industrialización para sustituir importaciones, las autoridades de Bolivia esperan que
esa planta entre en operaciones en el año del Bicentenario (2025).
Bolivia es actualmente el noveno exportador mundial de minerales de zinc.
arc/jpm