Por Jorge Petinaud Martínez
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Bolivia
“Avanzamos con la perspectiva de que a finales de 2024 tendremos
concluida esta obra y ya podremos estar produciendo acero para los
bolivianos”, afirmó ante la prensa tras realizar una inspección en
septiembre en esta zona del territorio cruceño.
El gerente de la empresa siderúrgica del Mutún (ESM), Jorge
Alvarado, explicó detalles sobre los trabajos constructivos en
las plantas de Concentración, Peletización, Reducción Directa de
Hierro (DRI), Aceración, Laminación y la Central Eléctrica, además de
las áreas auxiliares.
Quispe, por su parte, sostuvo que existe gran satisfacción porque
ese complejo también significa generación de empleos, más de 700
directos y cinco mil indirectos.
Al referirse a las áreas de Concentración y la Central Eléctrica
precisó que poseen un mayor avance y se encuentran en los 90 puntos
porcentuales.
Concluida la inspección, el ministro sostuvo una reunión con
representantes de la empresa supervisora Cisdi y la constructora
Sinosteel para coordinar detalles de la obra y reafirmar el
cumplimiento de los plazos previstos, se informó.
Esa obra insignia de la industrialización boliviana abarca 42
hectáreas y el importe total de la inversión es de 546 millones de
dólares.
Paralizados en 2020 durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez,
los trabajos constructivos en ese complejo industrial se reiniciaron
en 2021.
Bolivia importa cada año unas 450 mil toneladas de acero de
Perú, Argentina y Brasil, y su producción anual de 200 mil toneladas
reducirá esas compras en casi la mitad.
La factoría aportará a la economía nacional barras corrugadas y
alambrón, las primeras requeridas para la construcción y las segundas
son materia prima de otros subproductos como tuercas, tornillos y
clavos de diferentes tamaños y diámetros.
Una buena noticia en la construcción del complejo fue el arribo el 9 de agosto último por el puerto Jennefer, en el departamento
cruceño, del reactor que emplazarán n la planta de DRI, considerado el componente más importante de esa industria, según confirmó Alvarado.
Fabricada en México, esa pieza ingenieril pesa 175 toneladas,
tiene un largo de 26 metros y un ancho de aproximadamente siete.
Servirá para obtener mediante la reducción directa del mineral
hierro esponja, producto que se usará como materia prima con valor
agregado para obtener acero.
Portavoces de la empresa sostienen que su diseño es uno de los más
confiables del mundo por ser amigable con el medio ambiente a partir
de que en la reducción directa del mineral se emplea gas natural como
agente reductor en vez del carbón, como en los altos hornos.
BIODIÉSEL
Bolivia avanza también en la construcción de las plantas de
biodiésel de Palmasola (Santa Cruz) y Senkata (El Alto) con las cuales ahorrará 10 por ciento del combustible importado, aseguró el
presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB),
Armin Dorgathen.
Según el líder empresarial, el complejo cruceño ya está montado y
podrá iniciar operaciones a fines de este año, mientras que la
factoría alteña estará concluida a mediados de 2024.
“Con esas plantas vamos a ahorrar 10 por ciento de la importación de combustibles, lo cual es bastante y además vamos a tener un combustible amigable con el medio ambiente”, apuntó en entrevista con el canal estatal Bolivia Tv.
Dorgathen describió que esas factorías coadyuvarán a reducir las
emisiones de dióxido de carbono y dinamizarán la economía nacional,
pues a partir de estas se impulsarán fuertes inversiones en el agro,
se generará movimiento por la logística y el transporte desde las
extractoras de aceite.
El titular de YPFB recordó que esas obras comienzan a ser una realidad dentro de la política de industrialización para sustituir importaciones.
Al iniciar la construcción de la Planta de Biodiésel II Héroes de
Senkata, el 6 de marzo último, el presidente de Bolivia, Luis Arce,
consideró que ese paso representa el inicio de un salto cualitativo.
“Hoy es un día importante, hoy damos un salto cualitativo en la
ciudad de El Alto porque hoy ponemos la piedra fundamental para
construir la planta de biodiesel y derivados en Senkata, en homenaje a este pueblo luchador”, expresó durante el acto de colocación de la
piedra fundamental de inicio de obras, cuya edificación demorará un
año.
Explicó el dignatario que la segunda fábrica de biodiésel de la
nación andino-amazónica se suma a diferentes proyectos que se
implementan, en particular en el norte, donde ya se produce soya, maíz y caña, entre otros productos que proveerán de materia prima a la nueva industria.
Arce enfatizó en que en homenaje a los muertos y heridos de las
luchas en El Alto se construye aquí la primera planta agroindustrial
del departamento de La Paz.
Esa fábrica aportará también derivados del aceite vegetal como la glicerina, elemento esencial para el fomento de la industria
cosmética y farmacéutica, por lo cual Arce instó a los emprendedores
del occidente a diseñar proyectos que asimilen la comercialización de
esas producciones.
Significó que la industrialización fue una propuesta de la campaña
electoral en 2020, “aumentar la producción, garantizar la seguridad
con soberanía alimentaria, y créanme que poco a poco estamos
cumpliendo ese deseo, ese anhelo de los bolivianos de tener un país
industrializado”, concluyó el jefe de Estado.
arc/jpm