Según la nota del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el incidente ocurrió la víspera, al parecer como reacción a lo que consideraban los militares dominicanos una violación haitiana a su territorio.
Ante esta situación, que provocó una fuerte tensión en la zona y el descontento de la población, los dos cancilleres acordaron trabajar para calmar las tiranteces con el fin de evitar cualquier escalada, a la espera de una solución satisfactoria que se ajuste al derecho internacional, señaló el comunicado.
Asimismo, reiteró la disposición del Gobierno de Haití de continuar el diálogo y las negociaciones con la contraparte dominicana y llamó a la calma y la serenidad.
La víspera, residentes de Ouanaminthe en la frontera con República Dominicana levantaron barricadas con neumáticos en llamas a lo largo de la carretera que separa a los dos países en protesta por las acciones del ejército vecino.
Las manifestaciones paralizaron el tráfico y crearon un ambiente de caos y en la ciudad del nordeste del país. También acusaron a los soldados de apuntar las armas contra ciudadanos indefensos.
El exsecretario de Estado para la Comunicación, Frantx Exantus calificó la incursión de los oficiales como un acto de guerra y llamó a construir un Estado fuerte para hacer frente a provocaciones externas.
El suceso tiene lugar en medio de tensiones diplomáticas entre los países por la construcción del canal de riego que a juicio de Santo Domingo desviará el río Masacre compartido por las dos naciones, mientras que Puerto Príncipe desestima tal afirmación y sostiene que la toma de agua permitirá regar unas tres mil hectáreas de la llanura de Maribaroux.
El Gobierno de Haití reafirmó su derecho a utilizar los recursos hídricos compartidos y recientemente reiteró su disposición a solucionar el conflicto por la vía diplomática.
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