Según la pesquisa, la producción podría subir un 110 por ciento por encima del nivel requerido para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (°C).
Por tanto, los planes “no son coherentes con las promesas asumidas por 151 gobiernos nacionales para lograr el objetivo de cero emisiones netas”, opinó el organismo.
Las estimaciones científicas más recientes sugieren que la demanda global de carbón, petróleo y gas alcanzará su punto máximo en esta década (2020-2029), incluso sin tener en cuenta nuevas políticas a favor de la extracción durante el resto del decenio, explicó la fuente.
El análisis de ambos factores, acotó, permite afirmar que los planes actuales de los gobiernos conducirían a un alza de la producción mundial de carbón hasta 2030, así como del petróleo y gas al menos hasta 2050.
Tales hechos crearían “una brecha cada vez mayor en la producción de combustibles fósiles a lo largo del tiempo”, juzgó la dependencia de Naciones Unidas.
Dados los riesgos e incertidumbres que entrañan la captura y almacenamiento de carbono y la eliminación de dióxido de carbono, los países deberían aspirar a eliminar casi por completo la producción y el uso de carbón para 2040, recomendó el Programa.
También deberían rebajar al menos en un 75 por ciento la producción y el uso tanto del gas como del petróleo para 2050 en relación con los niveles de 2020.
Al decir del Pnuma, 17 de los 20 países examinados asumieron los objetivos del escenario Cero Emisiones Netas; sin embargo, ninguno se ha comprometido a mermar la producción de carbón, petróleo y gas en consonancia con los objetivos de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C.
“Los gobiernos con mayores capacidades para abandonar los combustibles fósiles deberían aspirar a lograr reducciones más ambiciosas y a apoyar los procesos de transición en los países con recursos limitados”, juzgó el organismo.
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