La actual legislación migratoria, dijo, es débil e inviable, por lo cual los sindicatos criminales la están explotando.
Los comentarios de Motsoaledi se hacen en el contexto de que el Gobierno ha publicado un Libro Blanco sobre las leyes migratorias, a las que Sudáfrica accedió en 1996, para que el público exprese sus opiniones (hasta el 19 de enero de 2024).
En aquel momento, dijo el Ministro, el Gobierno no tenía una política migratoria clara.
En su criterio, la Ley de Ciudadanía y la de Nacimiento deben ser derogadas en su totalidad e incluidas en una sola legislación que aborde la ciudadanía, la inmigración y la protección de los refugiados.
Esto eliminará contradicciones y lagunas, como ocurre ahora con la legislación de tres elementos, argumentó.
Además, prosiguió, la ley sobre inmigración y protección de los refugiados debe prever las reservas y excepciones contenidas en todas las convenciones internacionales.
En declaraciones a los medios, Motsoaledi afirmó que, “como país, debemos presionar el botón de reinicio. Fuimos nosotros, no las Naciones Unidas, quienes, en 1996, cuando interactuamos con ese organismo, cometimos estos errores.
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