Durante el encuentro, organizado por la Agencia Nacional de Petróleo, Gas y Biocarburantes (ANPG), el titular remarcó la importancia del tema, pues los biocombustibles representan un papel relevante en la diversificación de la matriz energética y en la reducción de la huella de carbono en los procesos industriales y la economía en general.
Azevedo reconoció que a nivel internacional existen criterios divergentes sobre el uso de biomasa vegetal para producir biocombustibles, pues hay quienes lo correlacionan con la deforestación y el aumento del precio de los alimentos.
En tal sentido, subrayó, el taller permitió abordar esas cuestiones y preocupaciones para crear modelos de producción socialmente inclusivos, proporcionar beneficios sociales como la generación de empleo e ingresos familiares a través de la participación de las personas en el proceso productivo y, en consecuencia, mantener a la gente en el campo.
“La producción de biocombustibles de forma inclusiva y utilizando tierra y otros recursos naturales es también un paso hacia la diversificación de la economía nacional”, consideró el ministro, y agregó que su utilización en la matriz energética podría repercutir en la disminución de la importación de algunos productos, contribuyendo así al ahorro de divisas.
Sin embargo, apuntó, para ello es preciso actualizar las políticas del país en torno al tema, con la participación de otros sectores como la Agricultura y Silvicultura; Industria y Comercio; Energía y Agua; Transporte, las universidades y otras fuerzas vivas de la sociedad, como sucedió en este taller.
En el encuentro participaron los ministros de Energía y Aguas, João Baptista Borges; de Agricultura y Bosques, António Francisco de Assis; y el secretario de Estado para el sector del Petróleo, José Barroso, entre otras figuras vinculadas al asunto.
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