Acorde con el comisionado nacional, Makgothi Thobakgale, ello ocurre luego que un recluso de 19 años muriera y otros ocho internos dieran positivo por la infección bacteriana.
Nos gustaría asegurar al público y a las partes interesadas, dijo, que estamos tomando medidas proactivas para abordar y contener cualquier posible propagación de la enfermedad. La investigación epidemiológica sobre el caso índice aún está en curso.
Al reconocer los riesgos potenciales asociados con la vida comunitaria, hemos implementado un conjunto integral de medidas para mitigar la propagación de la enfermedad dentro del entorno correccional, agregó el Comisionado.
Estamos haciendo esto, explicó, porque también sabemos que un brote de difteria en un entorno correccional requiere una respuesta coordinada e integral para contener la propagación y brindar atención médica adecuada a las personas afectadas.
Entre las acciones iniciadas, detalló Thobakgale, iniciamos una campaña de vacunación para garantizar que todas las personas elegibles reciban la vacuna contra la difteria.
Hasta ahora 342 reclusos fueron inmunizados, mientras de los funcionarios lo han sido 36.
Asimismo, añadió, hacemos énfasis en prácticas de higiene incluido el lavado regular de manos con agua y jabón, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar y el uso de desinfectantes para manos.
También se acomete un proceso de limpieza intensiva las instalaciones en un esfuerzo por minimizar el riesgo de transmisión de enfermedades. Esto implica el control de plagas, dijo.
Además, se procede al aislamiento en cuarentena de los casos enfermos o sospechosos se proporciona atención médica adecuada a las personas clasificadas como de alto riesgo.
Al día de hoy, concluyó, la situación está tranquila y bajo control. No se han reportado nuevos casos en los últimos cinco días. Por lo tanto, creemos que las medidas que hemos implementado serán efectivas para garantizar el bienestar de todas las personas bajo nuestro cuidado.
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