Según recordó en su carta semanal el mandatario, la semana pasada los ministros del Grupo de Justicia, Prevención del Delito y Seguridad del Gobierno informaron sobre avances significativos en la lucha contra esa actividad criminal, así como del arresto de los responsables.
Una serie de operaciones, reveló el Presidente, han culminado en más de cuatro mil arrestos por diversos delitos relacionados con la minería ilegal.
Además, prosiguió, entre abril y agosto de este año también se han producido detenciones de más de siete mil sospechosos involucrados en esas actividades por contravenir las normas de inmigración.
La minería ilegal, destacó, está vinculada además a otros delitos como el lavado de dinero, el soborno y la corrupción, los flujos financieros ilícitos, el tráfico de personas y de armas, y otras formas de delincuencia organizada.
También ese tipo de actividad económica al margen de la ley genera incidentes que han demostrado algunos de sus efectos devastadores en la seguridad de las comunidades.
Estos incluyen, enumeró Ramaphosa, las violaciones el año pasado de un grupo de mujeres presuntamente por mineros ilegales; una explosión de gas en una mina en desuso en Welkom que mató a 31 mineros ilegales, y otra en un asentamiento informal en Boksburg que se cobró decenas de vidas.
En consecuencia, añadió, recientemente autoricé el despliegue de tres mil 300 efectivos de la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica (Sandf, Ejercito) para apoyar a la Policía en sus operaciones en curso contra la minería ilegal durante un período de seis meses.
El despliegue de Sandf, detalló, apoya un esfuerzo multisectorial que reúne a la Policia, la Agencia de Seguridad del Estado, la recién formada Autoridad de Gestión Fronteriza y los departamentos de Recursos Minerales y Energía, Asuntos Internos, Justicia y Desarrollo Constitucional, Asuntos Ambientales y otros.
Sin embargo, alertó, para que esta lucha tenga éxito, todos tienen que poner de su parte.
Muchas casas mineras que no cumplen con las leyes sobre el cierre y rehabilitación de minas han contribuido a la proliferación de la ilegalidad en el sector, sostuvo Ramaphosa.
En Sudáfrica, dijo, hay aproximadamente seis mil 100 minas abandonadas o sin uso.
En algunos casos, agregó el Presidente, las minas son antiguas y no se puede rastrear a sus propietarios, pero en otros, los mineros no han cumplido con sus obligaciones de rehabilitar o cerrar estas minas.
Por lo tanto, puso de relieve, acogemos con satisfacción los esfuerzos del Consejo de Minerales de Sudáfrica para apoyar una mayor colaboración entre el gobierno y el sector minero para abordar este problema.
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