En la ceremonia realizada en la provincia norteña de Talara, se refirió así a que la empresa vuelve a explotar petróleo después de 30 años desde cuando Petroperú fue prohibida de seguir extrayendo crudo y solo se limitó a refinarlo, mientras otras actividades y los campos que explotaba fueron privatizados.
Tras la recepción del Lote submarino Z-69, ratificó que la empresa está en capacidad de administrar ese y otros dos lotes de la zona y se propone incrementar la producción de los mismos, para importar menos crudo y abastecer a la nueva refinería de Talara.
Petroperú recibió el lote por dos años o hasta que se haga cargo una empresa privada previa licitación.
La entidad estatal considera que hoy ha reforzado su retorno a la producción de crudo y gas, consolidando su proceso de integración vertical (consistente en operar todas las fases de la industria petrolera) y su sostenibilidad.
Petroperú se propone producir en los dos años previstos cinco millones de barriles de crudo y 9,7 billones de pies cúbicos de gas natural en los tres lotes de Talara.
La asignación de los lotes se hizo efectiva al expirar los contratos de explotación a cargo de empresas privadas y tras una campaña mediática y política que reclamaba que se entreguen a nuevas firmas privadas o se prolongue los convenios fenecidos.
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