Estos datos sitúan al país por debajo de la media prevista en la eurozona, siempre de acuerdo con las previsiones de la CE.
En septiembre los expertos pronosticaron un descenso una décima mayor, del 0,4 por ciento, para la mayor economía de la Unión Europea (UE), pero también esperaban un rendimiento mejor para 2024, de 1,1 por ciento. Para 2025 calculan que el producto interno bruto (PIB) crecerá 1,2 por ciento.
La Comisión cree que esto se debe a una pérdida de poder adquisitivo como consecuencia de la elevada inflación, mientras que el endurecimiento de las condiciones de financiación también tiene impacto negativo en el consumo y la inversión.
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