La disposición permitirá armonizar los derechos e impuestos de importación, así como reducir los costes administrativos en las rutas Luvo a Cabinda, Noqui a Cabinda y viceversa, lo cual favorecerá la circulación de personas, bienes, servicios, mercancías y capitales.
La iniciativa es resultado del segundo Foro Económico Angola-RDC que durante dos días reunió a más de 200 empresarios de ambas naciones bajo el lema Asociaciones económicas para el crecimiento mutuo.
Durante las reuniones del evento, efectuadas el 13 y 14 de noviembre, los participantes se pronunciaron por operaciones conjuntas de vigilancia y control en las fronteras comunes, con el propósito de enfrentar el fraude en las importaciones y exportaciones.
También recomendaron cooperar en la eliminación del contrabando, para desalentar la entrada ilegal, además del intercambio en tiempo real de información sobre incautaciones y riesgos aduaneros.
El acta final resumió 15 puntos de trabajo, dentro de los cuales se encuentran asuntos como el avance en la competitividad de las industrias locales de ambos países y la adopción de las medidas necesarias para protegerlas.
También el desarrollo de infraestructuras transfronterizas, incluidos los ferrocarriles, como el proyecto del Corredor Transnacional de Lobito, las carreteras, las vías navegables y el aumento de la frecuencia de los vuelos comerciales, con el fin de promover el comercio.
Destaca en esta arista la implementación del acuerdo transfronterizo de transporte por carretera entre los dos países, firmado en enero de 2015 y que debe impulsarse a partir de este encuentro, con el objetivo de hacer más fluido el transporte de mercancías.
Otras áreas de trabajo son la cooperación en la exploración espacial y la utilización conjunta del potencial del satélite angoleño Angosat 2; así como desarrollar alianzas en la agricultura y la ganadería, la pesca, la industria y las fuentes renovables de energías.
El comercio entre Angola y la RDC en 2022 creció de 46 millones de dólares a más de 100 millones de dólares, pero con una frontera común de dos mil 511 kilómetros y un mercado de más de 140 millones de consumidores, ambas partes están convencidas de que pueden lograr mucho más mediante la cooperación.
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