En el caso, bautizado como Caso Corona, fueron allanadas 22 propiedades en varias localidades del país como Coronado, Turrialba, Sarapiquí, Atenas, Grecia, Santa Ana, Montes de Oca y Desamparados.
El director del OIJ, Randall Zuñiga, señaló a la prensa que el grupo, liderado por un hombre apellidado Lozano, de nacionalidad colombiana, se encargaba de captar droga desde el sur del continente para posteriormente exportarla de forma líquida, es decir, pasaban la pasta base a líquido y con eso ejecutaban la exportación.
El modo de operar era a través de una empresa nacional dedicada a la producción de bebidas carbonatadas, bajo la marca Minerva, para exportar la cocaína a diferentes países de Europa y Asia, señaló.
Agregó que fue decomisada cocaína líquida en Israel, que se exportada hacia Jordania por tierra y se determinó que salió de Costa Rica. En total fueron 185 botellas, de las cuales, 150 eran de cocaína líquida, que en pasta dura serían unos 100 kilos, subrayó Zúñiga.
Explicó que corroboraron la existencia de un laboratorio clandestino en Coronado donde hemos visto envases, diferentes formas de destilación y filtración de la cocaína. La cocaína en estado líquido no es rastreable a través de los escáneres en Limón.
En apariencia, los estupefacientes eran diluidos con métodos artesanales hasta llevarlos a estado líquido, para poder introducirlos en los recipientes y, con el uso de colorantes, disfrazarlos de bebidas destinadas al consumo.
Hasta el momento, los allanamientos han permitido decomisar evidencia relevante, entre la que destacan vehículos de alto valor, dinero en efectivo, joyas, relojes, armas de fuego y grandes cantidades de cocaína líquida, así como implementos para su fabricación.
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