El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó esta semana una nueva caída del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en septiembre de 1,29 por ciento, en el quinto mes de continuo declive, debido a la reducción de 9,41 y 9,30 por ciento en los importantes rubros de la construcción y la actividad manufacturera.
Las cifras arrojan tres trimestres en negativo, cero crecimiento en los nueve primeros meses del año y análisis empresariales auguran que el año cerrará con 0,3 por ciento negativo.
Pese a tal panorama, el ministro de Economía Alex Contreras, quien negó la recesión hasta que el INEI la confirmó, declaró que
espera que en el primer trimestre de 2024 se comience a sentir que el PIB se recupera y fundamenta su optimismo en los llamados motores de la economía: la minería y la agroindustria.
Tal optimismo lo expusieron Contreras y otros ministros en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE), donde ofrecieron apoyo a los empresarios que, como es usual, pidieron mejores condiciones.
También le ofreció medidas a su favor como el llamado destrabe de proyectos mineros, que enfrentan resistencias sociales y ambientales, así como un gran paquete de propuestas de obras de infraestructura.
Otros enfoques como el del progresista exministro de Economía Pedro Francke plantean estimular la demanda interna, mediante una estrategia de reactivación consistente en una política monetaria expansiva o no muy contractiva, una política fiscal de mucha inversión pública y la mejora de los salarios.
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