De acuerdo con el experto, menos de dos por ciento de los préstamos bancarios están destinados a la agricultura, lo cual se traduce en un desinterés financiero en ese sector, dijo Jumelle al programa radial Magik 9.
Lamentó que los créditos agrícolas son prácticamente inexistentes o inoperantes, esto último porque no se adaptan al modo de producción local.
“Si el ciclo de producción es de tres meses, el crédito debe estar en función de ese ciclo”, manifestó.
Para remediar la situación, el investigador alienta al Estado a utilizar todas sus herramientas y mostrar una verdadera voluntad de relanzar la agricultura.
Aseguró que, implementar una política de compras locales bien estructurada, permitirá reducir el impacto de la crisis multidimensional e incitar a otros actores a invertir en el sector.
Asimismo, señaló que es necesario reducir los riesgos para que el sistema bancario no tema invertir en la agricultura y sugirió la creación de un seguro agrícola.
También alentó a los bancos estatales a implicarse con los campesinos y aportar capitales a los pequeños productores, así como invertir en la agroindustria que transforma esos productos y les agrega valor.
La agricultura representa hasta el 25 por ciento del Producto Interno Bruto de Haití, sin embargo, en las últimas décadas se ha deteriorado en medio de las recurrentes crisis políticas y económicas de la nación caribeña.
Recientemente, el primer ministro Ariel Henry se comprometió con el desarrollo del sector en aras de disminuir la dependencia alimentaria, aunque sin acciones concretas hasta la fecha.
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