Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la rama de los hidrocarburos continúa como una fuerza marginal en la transición hacia un sistema de energía limpia en el planeta, teniendo en cuenta las escasas inversiones y que la mayoría provino de apenas cuatro empresas.
Actualmente las compañías petroleras solo destinan el 2,5 por ciento de sus inversiones a las energías renovables, indicó el pronunciamiento.
Mientras la producción, el transporte y el procesamiento de petróleo y gas son responsables del 15 por ciento de las emisiones de efecto invernadero relacionadas de la energía, contrastó.
Sin embargo, distintas tecnologías para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía podrían beneficiarse de las habilidades profesionales y los recursos de la industria petrolífera, incluidos el hidrógeno, la captura de carbono, la energía eólica marina y los biocombustibles líquidos, estimó el organismo internacional.
Ello, razonó la AIE, requeriría un cambio radical en la forma en que el sector asigna sus recursos financieros, pues la rama del petróleo y el gas invirtió alrededor de 20 mil millones de dólares en energía limpia en 2022, es decir, apenas un 2,5 por ciento de su gasto total de capital.
Los productores que deseen alinearse con los objetivos del Acuerdo de París necesitarían dedicar el 50 por ciento de sus gastos de capital a proyectos de energía limpia para 2030, además de las erogaciones necesarias con vistas a reducir las emisiones de sus propias operaciones, indicó la entidad, adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
En tal sentido, la AIE recordó que las emanaciones de metano representan la mitad de las emisiones totales del ramo, y las estrategias para su contención «son bien conocidas y normalmente pueden implementarse a bajo costo».
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