Varios legisladores conservadores, entre ellos Johan Wadeful, vicejefe de la fracción en el Bundestag del bloque Unión Democristiana/Unión Socialcristiana, consideran que el ejército nacional apenas resistiría dos días de combate en las condiciones actuales.
El también experto en asuntos bélicos se pronunció por acelerar la compra de armamentos, municiones y uniformes para los militares de este país, en medio del creciente respaldo bélico y financiero de este país para el rearme de Ucrania, indicó el diputado a la agencia DPA.
Las declaraciones del parlamentario conservador se conocen después que el gobierno de coalición del socialdemócrata Olaf Scholz aprobó un presupuesto militar adicional de 100 mil millones de euros, que permitiría, incluso, la compra de costosos cazas F-35 estadounidenses.
Al presentar como argumento el conflicto en Ucrania, después que el presidente Vladimir Putin ordenó una operación bélica para proteger a la población de la región rebelde del Donbás, el gobierno llega, finalmente, a un gasto del dos por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
Berlín se resistió por largo tiempo a las exigencias del expresidente norteamericano Donald Trump para que todos los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte cumplieran con el compromiso de gastar el dos por ciento de su PIB en materia de Defensa.
Medios de prensa locales comentan que Scholz no solo se sumó a la guerra económica contra Rusia, sino que también promovió el aumento de los gastos de guerra, lo cual favorecería al complejo militar industrial estadounidense, su principal suministrador de armamentos.
El proceso para convertir a la Bundeswehr en unas fuerzas armadas efectivas apenas se movió desde un punto muerto. Se mantiene en el mismo lugar desde un principio y ahora ello es responsabilidad del ministro de Defensa Boris Pistorius, estimó Wadeful.
Las autoridades alemanas en todo momento justifican la necesidad de incrementar visiblemente los gastos de Defensa para una mejor preparación del Ejército con el argumento de una supuesta amenaza de Rusia para Europa, algo que Moscú refuta en todo momento.
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