“Hoy se practican múltiples sabotajes contra la vida, los mayores sabotajes son el hackeo de la información genética de la Madre Tierra, para reemplazar la vida natural por la vida sintética”, aseguró, vestido con un poncho multicolor al estilo de los aymaras de la ribera altiplánica del lago Titicaca.
Desde esa forma de romper la formalidad occidental en el vestuario de quienes concurren a los foros multilaterales, Choquehuanca advirtió que se sustituye la inteligencia natural por la artificial, y se crea como un dogma la doctrina del cambio climático.
Indicó que así se pretende reafirmar los mandamientos y paradigmas occidentales y capitalistas “como leyes universales”.
Recordó el vicemandatario que el desequilibrio mundial fue ocasionado por la trilogía del “colonialismo, patriarcado y capitalismo”, trío que gira propulsado por el empobrecimiento y dependencia continua y sin límites del sur global.
“Los países ricos del norte global arguyen que no tienen dinero, pero gastan fortunas en la industria militar y genocidios como el de Ucrania y Palestina”, observó en referencia a los conflictos atizados por Estados Unidos y sus aliados.
Consideró el vicejefe de Estado que es hora de reparar y sanar la vulnerada complementariedad entre los pueblos y entre todas las manifestaciones de vida, “es hora de volver al camino de la verdad, de la complementariedad, armonía, equilibrio y la paz”.
Enfatizó en que las doctrinas religiosas, políticas, económicas, jurídicas, genetistas y medioambientalistas del occidente fabricaron relaciones de poder, dominación y guerra, causantes de sufrimiento y pobreza en el mundo.
Al respecto, convocó “a los pueblos originarios del mundo para desenmascarar las mentiras y revelar la verdad, para hacer respetar y defender la cultura de la vida y de la Madre Tierra, desenmascarando la recolonización del carbono, basado en el consentimiento libre y voluntario de sus víctimas sumisas e inconscientes”.
De acuerdo con un reporte de Naciones Unidas, la mayoría de las delegaciones reunidas en Dubai acordaron la víspera poner en marcha un fondo que ayudará a compensar a los países vulnerables que sufren pérdidas y daños por el sostenido calentamiento global.
La COP28 marca la culminación de un proceso conocido como el Inventario Global, consistente en una evaluación de los avances deseados en la consecución de las disposiciones clave del Acuerdo de París, orientadas, hasta ahora infructuosamente, a mitigar la crisis climática que amenaza a la existencia de la humanidad.
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