“No vamos a dejar pasar irregularidades, ésta es una gestión transparente”, afirmó Cruz ante representantes de los medios periodísticos.
Respecto a las tres acusaciones, sostuvo que ya están en fase de investigación en las instancias correspondientes.
Describió al primero como un cobro ilegal a cisternas que importan combustible con una extorsión para el ingreso de estos vehículos a las instalaciones de YPFB Logística.
El segundo responde a la pérdida de 91 mil litros de gasolina en un día, y el tercero incumbe a un chofer de la ruta norte que presentó un documento de orden de despacho alterado, modificado, borrado, y con el cual demandó el retiro de 20 mil litros de diésel.
“Se han tenido tres eventos que dañan la distribución y a la empresa (…), esto no es una persecución laboral ni comercial, lo que se quiere es sanear de manera justa y buscamos mantener el suministro estable para que llegue a cada uno de los bolivianos”, explicó Mario Ballivián, abogado de YPFB Logística.
Añadió el jurista que durante la mañana de este sábado se realizó una audiencia sobre la pérdida de los 91 mil litros del producto y pidió apoyo a los administradores de justicia ante estos casos para llegar a la verdad histórica de los hechos.
Cruz, en tanto, ratificó que el abastecimiento y precio estable están garantizados.
Instó a no caer en la especulación que genera largas colas de vehículos en los centros de servicio.
Sin embargo, hizo énfasis en que los bloqueos ue se registran en estos momentos en Cochabamba perjudican el arribo normal de las cisternas con el hidrocarburo.
“Estamos trabajando 24 horas e incrementamos volúmenes para que no se vea afectado el abastecimiento en el país”, concluyó el gerente.
El presidente Luis Arce afirmó este sábado que el Gobierno mantendrá el subsidio de los combustibles, “mientras tengamos el físico económico para poder hacerlo”, y garantizará el abastecimiento de los carburantes en el mercado.
Fue enfático en la afirmación de que “no puede subir el diésel, no puede subir la gasolina, porque si eso sucediera, los más afectados siempre serán los más pobres, los más humildes, no son los más ricos,”, expresó.
Un litro de diésel en Bolivia cuesta 3,72 bolivianos (0.53 dólares) y el de gasolina 3,74 bolivianos (0.53 dólares) en el país altiplánico como resultado de la política de subsidios, mientras que en naciones vecinas se acerca a los 10 dólares.
Largas filas de vehículos se observaron en las estaciones de servicios en las últimas semanas, por lo cual la Agencia Nacional de Hidrocarburos redobló su labor de fiscalización para frenar el agio y la especulación con los carburantes.
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