En declaraciones al canal televisivo GloboNews, el ministro jefe de Comunicación Social, Paulo Pimenta, confirmó que Viera viajará a la capital del vecino país para esa ceremonia y no el presidente Luis Inácio Lula da Silva.
Recientemente, la futura canciller argentina, Diana Mondino, entregó a Vieira en Brasilia una invitación destinada a Lula para que asistiera a la asunción de Milei.
Sin embargo, a pesar de la disminución reciente de la tensión con el argentino, el equipo de Lula evaluó que el fundador del Partido de los Trabajadores podría exponerse asistiendo al evento, considerando el clima hostil de los partidarios, entre ellos el exmandatario Jair Bolsonaro, invitado por el gobernante electo.
Durante las elecciones, Milei afirmó que cortaría relaciones con Brasil y China, en razón de que estas naciones eran comandadas por políticos de izquierda.
No obstante, al vencer el pleito, el discurso cambió y demuestra ahora proximidad con los gobiernos citados.
Milei llegó a decir que, si Lula quiere ir a la toma de posesión, será muy bienvenido.
Envió la mencionada misiva al exsindicalista, deseando que el tiempo de ambos como presidentes sea de estrechamiento de lazos y destacando la conexión entre los dos países.
Pese a la invitación, el excanciller Celso Amorim descartó el pasado 20 de noviembre la asistencia de Lula a la toma de posesión del político de extrema derecha como mandatario de Argentina.
«De lo que yo conozco del presidente Lula, encuentro difícil que él vaya, porque fue ofendido personalmente, pero el Estado brasileño estará representado», señaló el asesor jefe para Asuntos Internacionales de la Presidencia a la columna de la periodista Bela Megale, del periódico O Globo.
Amorim, sin embargo, precisó que Brasil deberá adoptar una «relación de Estado» con Argentina.
Resulta posible tener “buena relación, incluso con presidentes de ideologías muy diferentes. Todo depende de la capacidad de anteponer los intereses del Estado a las preferencias personales. Somos capaces de eso». indicó.
Se llegó a considerar enviar al vicepresidente Geraldo Alckmin, pero la opción de Vieira ganó fuerza, justamente por el contacto mantenido entre los dos jefes de la diplomacia.
El Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo) también busca señalar con el viaje del canciller a Buenos Aires un gesto de acercamiento y cordialidad.
npg/ocs