La mandataria, que declaró la fecha como “Día de la Institucionalidad, del Estado de Derecho y de la Defensa de la Democracia”, encabezó un acto conmemorativo en el que reiteró el calificativo de golpista a Castillo, por haber intentado disolver el Congreso e intervenir en el sistema de justicia.
Sostuvo que “solo en democracia podremos alcanzar la justicia social y la igualdad que tanto anhelamos” y ensalzó la destitución de su antecesor por el Parlamento de mayoría conservadora y dijo que, ante ello, asumió “con lealtad y honor” la presidencia por sucesión.
El acto se realizó en la amplia Plaza de la Bandera, con asistencia del gabinete ministerial y los mandos militares, ante los que Boluarte hizo un resumen de la labor gubernamental en el año transcurrido.
Tras la ceremonia, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Manuel Gómez de la Torre, comentó a los periodistas que aproximadamente dos meses antes de los sucesos del 7 de diciembre se reunió con asesores y miembros del Tribunal Constitucional para consultar qué hacer en una situación como esa, porque ya la tenía entre sus previsiones.
No reveló el motivo por el cuál la cúpula militar demoró más de dos horas en fijar su posición ante el menaje en que Castillo anunció sus fracasadas medidas, y agregó que envió comunicaciones a los poderes del Estado y otras instituciones sobre la posición de los uniformados contra Castillo.
Entretanto, comenzaron las marchas que demandan el retiro de Boluarte de la Presidencia y la disolución del Legislativo, así como elecciones generales, entre otras demandas, convocadas por un amplio abanico de organizaciones sociales y políticas.
Las movilizaciones se realizaron en ciudades de las regiones sureñas de Puno, Cusco, Arequipa y Apurímac, así como en las norteñas de Trujillo y Chiclayo, entre otras, y para esta noche está prevista una marcha en Lima.
Las movilizaciones reclaman además nuevas y prontas elecciones generales y esclarecimiento y sanciones por medio centenar de civiles inermes durante las protestas contra el ascenso de Boluarte a la Presidencia, quien la asumió ante las primeras amenazas de cesar a Castillo.
Las marchas rechazan también la libertad del exgobernante Alberto Fujimori, condenado por delitos que califican como de lesa humanidad, y a la polémica fiscal de la Nación, Patricia Benavides, suspendida mientras es investigada por encabezar presuntamente una organización criminal en el Ministerio Público.
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