La postura de los titulares pretende acelerar permisos y reducir trámites burocráticos para impulsar la fabricación doméstica y elevar la competitividad frente a proveedores de externos que ganan terreno en el mercado comunitario.
Al amparo de la nueva Ley de Industria Cero Emisiones Netas, la UE prevé potenciar los suministros propios para el aprovechamiento de las energías fotovoltaica, nuclear, termoeléctrica y térmica, eólicas terrestres y renovables marinas.
También para el caso de los combustibles alternativos sostenibles, las baterías y el almacenamiento; las bombas de calor y la energía geotérmica, el hidrógeno, el biogás, la captura y almacenamiento de carbono y las redes eléctricas.
El acuerdo de los ministros de incluir la energía nuclear y los combustibles alternativos sostenibles entre las tecnologías estratégicas para la UE resulta controvertido a la luz de posición de algunos países miembros en relación con tema nuclear.
La normativa jurídica en debate podría entrar en vigor el próximo año, si progresan las negociaciones entre el Ejecutivo comunitario y los representantes del Parlamento Europeo.
Al decir del Consejo, el proyecto legislativo responde al propósito de “acelerar el despliegue industrial de tecnologías críticas que se necesitan para apoyar la transición a la neutralidad climática, utilizando la fortaleza del mercado único para reforzar la resiliencia económica y la competitividad de Europa”.
De tal forma, proyectan simplificar los procedimientos para la concesión de permisos inversionistas, así como crear marcos regulatorios específicos para el desarrollo, la prueba y la validación de tecnologías innovadoras.
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