En los últimos dos años en medio de la expansión de los grupos armados en la capital y departamentos como Artibonite, hasta 200 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares para refugiarse con familiares, en casas de acogida o espacios públicos como plazas, iglesias y gimnasios.
De ellos más de 28 mil se encuentran en el área metropolitana de Puerto Príncipe tras huir de barrios como Carrefour Feuilles, Solino, Torcel, Martissant y Cité Soleil, donde las pandillas cometieron masacres, quemaron viviendas y asesinaron a cientos de personas.
Chandler reconoció que la situación de los desplazados es muy difícil pues sobreviven en hacinamiento y sin servicios sanitarios básicos, lo cual podría provocar enfermedades transmitidas por el agua como el cólera, que ya cobró un millar de vidas desde octubre de 2022.
Además, señaló que junto a la Organización Internacional para las Migraciones, el Programa Mundial de Alimentos, el Fondo de Asistencia Económica y Social y el Fondo de Asistencia Social pudieron distribuir comidas calientes a 18 mil refugiados, sin embargo, no cuentan con recursos para atender a todas las víctimas.
La crisis más reciente tuvo lugar tras la incursión de bandas en Mariani, una localidad al sur de la capital, que forzó el desplazamiento de unas dos mil 500 personas. Pese a las operaciones policiales en la zona muchas de ellas aún no pudieron regresar a sus hogares.
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