El autor del incidente, Juan Lizarzaburu, se ganó el rechazo general porque, sin notar que estaba abierto el audio de su participación virtual en una sesión parlamentaria, se refirió en términos vulgares a los pechos de las mujeres y en particular mencionó a Juárez.
Los participantes en la sesión no escucharon o se dieron por no enterados y la reunión continuó, pero el escándalo ya era público, pues la cita la difundía el canal de Internet del parlamento y en la televisión por cable.
Lizarzaburu reconoció ser el autor del comentario, dijo que era una conversación privada “con mucho respeto” con un funcionario congresal e intentó minimizarlo alegando que eran asuntos personales y que la congresista afectada era su amiga y esa amistad seguía en pie.
“Frente a las deleznables expresiones de Juan Lizarzaburu, expreso mi total indignación y malestar”, manifestó Juárez en la red X y agregó que la bancada parlamentaria derechista de ambos, Fuerza Popular, denunciará al ofensor ante la comisión de ética, cosa que hizo con celeridad la legisladora progresista Susel Paredes.
Posteriormente, la bancada de FP confirmó que hará la denuncia y se solidarizó con Juárez ante el agravio, a tiempo de condenar la conducta de Lizarzaburu.
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables rechazó en un comunicado las declaraciones del congresista y recordó a este que “el respeto a la dignidad de todas las personas, y en especial la de las mujeres, es un mandato constitucional, y que la discriminación es un delito contra la humanidad sancionado en el Código Penal”.
rgh/mrs