Prensa Latina recibió una convocatoria de esa cartera para asistir a ese acontecimiento que marca un momento culminante de un año con importantes avances en el proceso de industrialización con sustitución de importaciones en el país altiplánico.
Al referirse al tema, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, afirmó que, tras vencer múltiples desafíos técnicos y económicos, el ingenio solo espera la apertura oficial.
Esta factoría está emplazada en el Complejo Industrial de YLB, al sur el Salar de Uyuni, y demandó una inversión de más de 94 millones de dólares.
Resaltó el ministro que el inicio de operaciones productivas adquiere una relevancia significativa al marcar el primer paso dentro de un conjunto integral de operaciones que forman parte de la cadena industrial del evaporítico.
Reportes de YLB señalan que la planta iniciará sus operaciones al 20 por ciento de su capacidad, cifra que se incrementará gradualmente hasta llegar a los 100 puntos porcentuales en 2024.
La fuente señala que la capacidad máxima prevista es de 15 mil toneladas anuales de carbonato de litio.
El inicio de operaciones de este ingenio incorporará a Bolivia a la producción y exportación industrial de este compuesto de alta demanda en el desarrollo de cátodos de baterías alimentadas con este metal, en medio de una transformación energética global hacia la electromovilidad.
Karla Calderón, presidenta de YLB, consideró que esa será la mejor forma de terminar un año de ardua labor en YLB, en el cual resalta también la firma de convenios con empresas chinas y una rusa para el emplazamiento de plantas con la tecnología de Extracción Directa de Litio.
Recordó que en principio estas corporaciones comprometieron inversiones valoradas en dos mil 800 millones de dólares.
Subrayó que, si bien el producto principal en el que labora YLB es el carbonato de litio, también se presta atención a la obtención de cloruro de potasio, compuesto de gran demanda en el mercado de los fertilizantes.
Agregó que hasta la fecha el volumen de producción de este compuesto de importancia para la agricultura es de 70 mil toneladas y se espera llegar a las 90 mil antes de fin de año.
Según Arce, una inversión superior a 25 mil millones de bolivianos (tres mil millones de dólares) en complejos productivos reafirman hoy el avance de Bolivia hacia una economía de base ancha.
Esa planificación incluye la construcción de 150 plantas industrializadoras de los recursos naturales y las materias primas nacionales con el objetivo de sustituir importaciones, de acuerdo con el Gobierno.
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