Las incursiones en las zonas de gobierno local de Bokkos y Barkin-Ladi estado de Plateau (centro este) entre el sábado y este lunes, además, dejaron 300 heridos en una erupción de ataques que versiones sin confirmar achacan a pastores fulani, musulmanes, en zonas de mayoría cristiana y animista.
Con el empeoramiento de la sequía consecuencia del cambio climático, los fulani migran hacia el centro y el sur del país en busca de pastos y abrevaderos con la oposición de los granjeros cristianos y animistas pugna que con frecuencia deriva en violencia armada.
Condeno enérgicamente los atroces y brutales ataques que provocaron la pérdida de muchas vidas, dijo el mandatario a través de las redes sociales, según la versión difundida por la prensa.
Tinubu, de confesión musulmana, reveló asimismo que ordenó la intervención de las agencias de seguridad para detener a los culpables de las atrocidades así como y la movilización de recursos para socorrer a los supervivientes de lo que calificó de “ataques crueles y primitivos”.
Hasta tanto haya un dictamen oficial, la identidad de los agresores permanece abierta a especulaciones pues los fulani no son los únicos sospechosos de las matanzas.
En el escenario de los hechos operan pandillas criminales sin ideología definida que atacan aldeas inermes, saquean sus graneros, roban su ganado y secuestran personas para demandar rescates en efectivo.
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