La hipótesis más preocupante es esa, según los expertos en clima. “En realidad, lo que estamos buscando es un montón de evidencia que corrobore que todo señala hacia la misma dirección”, dijo Chris Smith, un científico climático de la inglesa Universidad de Leeds, citado por el diario The New York Times.
Olas de calor implacable rostizaron a Phoenix y Argentina. Los incendios forestales arrasaron en Canadá. En Libia, las inundaciones ocasionaron la muerte de miles de personas, señaló un artículo del periódico.
La capa de hielo invernal en los mares alrededor de la Antártida llegó a niveles bajos sin precedentes, mientras las temperaturas globales de este año no solo batieron récords previos. Los hicieron pedazos, enfatizó.
De acuerdo con los análisis desde junio hasta noviembre, el mercurio alcanzó nuevos puntos máximos mes tras mes y que las temperaturas de diciembre se mantuvieron en gran medida por encima de lo normal.
Las temperaturas globales han subido y bajado desde hace mucho en torno a una tendencia cálida constante debido a factores cíclicos como El Niño, el fenómeno climático que apareció en la primavera.
El Niño se intensificó, lo que podría ser un indicio de que habrá más calor histórico en 2024.
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