“Hacemos llegar nuestra solidaridad al pueblo y Gobierno de la República Islámica de Irán, y sentido pésame a las familias de las víctimas fatales”, afirmó el mandatario en sus redes sociales acerca de lo ocurrido este miércoles.
La Cancillería boliviana también condenó en un comunicado el atentado que cobró la vida de 103 personas y dejó cientos de heridos, entre quienes acudían a rendir tributo al asesinado comandante de la fuerza Quds y de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica.
De acuerdo con reportes de prensa, las explosiones ocurrieron cerca del Cementerio de los Mártires de Kerman, ciudad ubicada a 820 kilómetros al sureste de Teherán, adonde concurrieron miles de personas para rendir tributo al alto oficial asesinado.
Uno de los estallidos ocurrió a unos 700 metros de la tumba del mencionado general, víctima de un ataque con drones en Iraq, en enero 2020, realizado por la fuerza aérea de Estados Unidos.
Esa detonación dispersó a los presentes y decenas de ambulancias acudieron al camposanto, cuando se activó otra bomba, en una situación similar al sabotaje perpetrado por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana, el 4 de marzo de 1960, contra el barco francés La Coubre en el puerto de La Habana.
Las autoridades iraníes opinaron que el número de víctimas mortales podría aumentar.
El vicegobernador de Kerman, Rahman Jalali, confirmó que los dos estallidos de esta jornada en las afueras de la ciudad estaban relacionados con el terrorismo.
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