También existen recelos ante la tibia actitud de responsabilizar a figuras de alto nivel en la lucha contra la corrupción en Haití.
Estuvieron ausentes a la audiencia convocada por el juez de instrucción el ex primer ministro Jacques Guy Lafontant, los exministros Wilson Laleau, Daniel Dorsainvil, Marie Carmelle Jean Marie y el exsenador Rony Célestin.
Algunos prefirieron enviar a sus abogados, a despecho de que la Unidad de Lucha contra la Corrupción (ULCC) reveló actos delictivos dentro de instituciones públicas, particularmente en el CNE.
El juez dejó saber que cualquier ausencia injustificada daría lugar a órdenes de arresto.
Sin embargo, puntualiza el diario Le National, los ex primeros ministros Evans Paul y Joseph Jouthe implicados en el caso alegaron que no habían recibido ninguna orden oficial.
El escándalo tiene lugar tras la publicación de informes de la ULCC, según los cuales el Estado perdió unos cuatro mil millones de gourdes (30,3 millones de dólares) por estos y otros actos considerados ilegales.
Uno de los documentos de la ULCC reveló que 78 equipos del Centro Nacional de Equipamiento (CNE) fueron malversados por varias personalidades políticas y parlamentarias.
Esos bienes públicos fueron utilizados para fines estrictamente privados y personales, aseguró la ULCC, y recomendó a la justicia emprender acciones legales por apropiación indebida de propiedad estatal.
La pesquisa se centró el en proyecto gubernamental Caravana de Cambio impulsada por el presidente asesinado Jovenel Moïse y para el cual el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Comunicaciones, el Centro Nacional de Gestión de Residuos Sólidos y el CNE recibieron equipamientos.
De acuerdo con el documento que analizó la permanencia de los equipos en solo dos de los 10 departamentos, al menos 78 de esos artefactos no están controlados por el CNE actualmente, y otros se encuentran destruidos.
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