La hazaña de hace 60 años, cuando jóvenes estudiantes lideraron las manifestaciones para imponer el derecho a izar la bandera nacional en la zona del Canal, ocupada por Estados Unidos, fue recordada en actos cívicos y concentraciones populares con nuevos reclamos en defensa de la soberanía.
En una de las veladas, el arzobispo de Panamá, monseñor Domingo Ulloa, instó a que el amor a la Patria una por encima de cualquier diferencia, en alusión al arrojo y valentía de la juventud.
“Con vehemencia, pedimos a Dios que la inédita protesta de aquel lejano enero, fortalezca la conciencia ciudadana, el patriotismo y la identidad de este pueblo panameño, en su compromiso histórico en construir un país soberano, justo e incluyente”, expresó.
En la misma semana integrantes de colectivos sociales se concentraron a las puertas de la empresa Minera Panamá, subsidiaria de la trasnacional canadiense First Quantum a exigir su cierre inmediato, el mejor homenaje a los jóvenes del 64, según sus principales organizadores.
Los colectivos también repudiaron una primera visita gubernamental de inspección técnica realizada al yacimiento para fiscalizar el plan de preservación y gestión segura de la mina de cobre de Donoso (Colón), como parte del proceso de cierre del proyecto.
El coordinador de la alianza Pueblo Unido por la Vida, Mario Almanza, cuestionó la llamada primera fiscalización de una comitiva en la que excluyeron a representantes sociales que en protestas en las calles a finales del pasado año llevaron al Ejecutivo a ordenar el cese de operaciones de la minería metálica en todo el país.
Almanza adelantó que el próximo lunes realizarán una manifestación frente a las oficinas del Ministerio de Comercio e Industrias de Panamá, en esta capital, para exigir transparencia en el plan de cierre de esa compañía.
De otra parte, en los últimos diete días, luego del anuncio del Gobierno de las tasas del salario mínimo promedio que regirán este año y en 2025, diversas organizaciones sindicales aseveraron que las nuevas remuneraciones generan desigualdad y están lejos de las propuestas de los trabajadores.
El secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Marcos Andrade, recordó que en la comisión creada para debatir este tema no se lograron acuerdos, pese a ello el Ejecutivo emitió su informe, el cual debe ser visto como un revés social.
La Conusi emitió un comunicado en el que señala que esos salarios anunciados por sectores y en porcientos desmejoran la calidad de vida del panameño y llamó a luchar por esa conquista de los obreros y sus familias.
El pasado miércoles, la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral Doris Zapata anunció que desde el 16 de enero el incremento se sitúa en 4.5 por ciento para la pequeña y mediana empresa y 6.0 por ciento para la gran empresa, mientras que se establece un 7,0 por ciento para el sector bananero.
Agregó que las nuevas tasas se pagarán el último día del mes, cuando el salario mínimo promedio será de 636,80 dólares y un máximo de mil 15,03 dólares para algunos sectores, como el de técnicos aeronáuticos.
Zapata precisó que la tasa más baja queda en 341,12 dólares para las pequeñas y medianas empresas del sector agrícola y ganadería.
De acuerdo con Andrade, las nuevas tasas de salario mínimo dejan al descubierto las inclinaciones empresariales del Ejecutivo y la lógica del proceso de explotación laboral en la nación canalera.
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