En dicha reunión, este lunes los economistas examinaron que la inflación sigue siendo vulnerable a las perturbaciones de los mercados de materias primas y de las cadenas de suministros, según un informe.
La prolongación de las perturbaciones en el Mar Rojo, la escalada de los conflictos regionales y el aumento de la volatilidad climática, entre otros factores, pesan sobre las perspectivas, según el reporte.
Tal informe se basa en una encuesta a economistas jefe tanto del sector público como privado y divulgado con motivo del inicio del Foro de Davos.
La celebración del Foro Económico Mundial de Davos 2024 tiene programas del 15 al 19 de enero bajo el lema Reconstruyendo la confianza. Por ejemplo, detallan en la reunión que la llegada de El Niño por sí sola podría aumentar los precios mundiales de los alimentos hasta nueve por ciento.
El informe destaca cómo la inflación mundial sigue moderándose, lo que apuntala las expectativas de una leve disminución de los tipos de interés en 2024, y señala que se prevé que las tasas globales de inflación alcancen 4,8 por ciento este año, lo que supone un fuerte descenso desde el 5,9 de 2023 y el 9,2 por ciento de 2022.
La inflación subyacente también se está desacelerando, aunque a un ritmo más lento, y se espera alcance el 4,5 por ciento en 2024.
Esta mejora de la expectativas es especialmente notable en Europa y Estados Unidos, donde el porcentaje de economistas jefe encuestados que esperan una inflación alta o muy alta pasó del 71 y el 47 por ciento, respectivamente, en septiembre, al 13 % ambos casos en la última encuesta.
Sin embargo, dos tercios de los entrevistados espera una inflación moderada en Europa y Estados Unidos, y más de una cuarta parte prevén una inflación alta o muy alta en América Latina y el Caribe (26 por ciento).
China, por su parte, continúa siendo un caso atípico en la otra dirección, ya que el 76 por ciento de los encuestados sigue esperando una inflación baja o muy baja.
Estos factores se reflejan en la evolución de las pautas de política monetaria, según el informe, que destaca que aunque los mercados prevén hasta seis recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, y el Banco Central Europeo (BCE) este año, la política monetaria sigue siendo prudente a ambos lados.
Según los economistas jefe, el grado inusualmente alto de incertidumbre sobre la evolución económica y financiera significa que el momento y el alcance de la relajación de la política monetaria plantearán un dilema a los responsables que siguen buscando soluciones de compromiso entre endurecer demasiado o demasiado poco.
También pesarán sobre las decisiones que se tomen en 2024 las tensiones sociales acumuladas por las presiones internas sobre los precios.
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