De acuerdo con el titular de ese ramo en la ACP, John Langman, un embalse en río Indio es la alternativa más viable para obtener el agua necesaria tanto para el consumo humano como para la operatividad de la vía interoceánica.
En una reciente conferencia ante el gremio empresarial titulada “Agua: una tarea de país”, el experto precisó que ese proyecto- en manos del Gobierno- es el de mayor beneficio de la economía y permite contribuir con mucha más claridad con las comunidades, tal y como se hace en la cuenca hidrográfica actual.
Langman resaltó la urgencia de encontrar alternativas de agua para el Canal, porque la situación se hace cada vez más compleja y más difícil ya que las demandas siguen creciendo, además de que hay una condición hidrológica con escasez más frecuente.
Además señaló que el requisito de un proyecto como ese es que las comunidades terminen con condiciones iguales o mejores a las actuales.
Precisó además que “río Indio es un proyecto que conlleva una ejecución en la parte social, inicialmente entre 12 a 18 meses y la construcción de un proyecto tomaría varios años, porque de nuevo hay que llenar el embalse.
Es decir que, si se superan todas las limitaciones políticas y sociales, dijo, tendríamos un proyecto a finales de 2030 capaz de aportar agua para la estación seca de 2031.
El Canal había previsto que a partir de enero iba a tener restricciones y una disminución en las reservas de 20 tránsitos de buques y entre mediados de enero hasta de 18 tránsitos, pero actualmente, en función de las medidas de ahorro y en función de la situación adicional de noviembre, se han cambiado las restricciones a 24 tránsitos, trascendió.
La víspera, la Junta Directiva del Canal de Panamá le advirtió al Consejo de Ministros que no le tiene que pedir autorización para la ejecución de sus proyectos y citó como respaldo el Título Constitucional sobre la vía acuática que aparece en la Carta Magna.
La aclaración lleva la firma del presidente de la junta directiva del Canal, el expresidente de la República, Aristides Royo (1978-1982), quien también forma parte del propio Gabinete en su calidad de Ministro para Asuntos del Canal.
Royo ha mostrado su inclinación hacia el Canal en esta diferencia de criterio por la extensión o no de los límites territoriales de la cuenca hidrográfica del paso acuático internacional, decisión que debe adoptar el Ejecutivo.
A su juicio, los argumentos se sustentan en el crecimiento de la demanda de agua para el consumo humano que se suple de los lagos del Canal (Alajuela y Gatún), situación agravada con la recurrencia y severidad de los eventos climáticos, lo que impone la necesidad de buscar otras fuentes de abastecimiento.
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