En la ceremonia, efectuada en el Estadio de los Mártires en esta capital, participaron 18 jefes de Estado en ejercicio y cuatro exgobernantes, así como delegaciones de varios países y representantes de distintas denominaciones religiosas, según la Agencia Congoleña de Prensa.
Ante la más alta instancia judicial del país, que primeramente leyó la sentencia proclamándolo vencedor en las elecciones, Tshisekedi juró solemnemente ante Dios y la nación observar y defender la Constitución y las leyes de la RDC.
De igual forma, prometió mantener la independencia y la integridad del territorio, salvaguardar la unidad nacional, y guiarse únicamente por el interés general y el respeto de los derechos humanos.
El mandatario hizo el compromiso de consagrar todas sus energías a promover el bien común y la paz, y desempeñar lealmente y como servidor del pueblo los altos cargos conferidos.
Prosiguieron al juramento 21 salvas de cañón de 122 milímetros lanzadas por el Ejército como homenaje.
La población del país pudo seguir la ceremonia en vivo a través de la televisión.
Tshisekedi logró la victoria en los comicios presidenciales del pasado 20 de diciembre con el 73,47 por ciento de los votos válidos, según el dictamen de la Comisión Electoral Nacional Independiente luego ratificado por el Tribunal Constitucional.
Se abre de esta manera un nuevo periodo en el país con numerosos retos, donde destacan las impugnaciones de fraude de la oposición, la crisis humanitaria y el conflicto armado en el este del país, y los desastres ocasionados por las recientes lluvias, con 1,8 millones de personas afectadas.
El desafío económico, la pobreza y las problemáticas sociales igualmente deben constituir puntos de la agenda de Gobierno en el camino para satisfacer las demandas de la población congoleña, que supera los 100 millones de habitantes.
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