La Comisión de Comercio Justo de Corea del Sur impuso en esa ocasión una multa de 167,97 millones de dólares a Google LLC, Google Asia Pacific y Google Korea por haber obligado a Samsung Electronics y otros fabricantes de teléfonos inteligentes a instalar su sistema operativo Android.
Según las investigaciones, Google, el actor dominante en el mercado de sistemas operativos móviles, exigió a los fabricantes de teléfonos inteligentes suscribir un «acuerdo antifragmentación» como parte de contratos más amplios sobre la licencia de Android para los fabricantes.
El acuerdo pedía a las partes firmantes no vender dispositivos que funcionasen con versiones modificadas del sistema operativo Android, conocidas como «Android forks», y también les prohibía el desarrollo de tales versiones.
Desde entonces, Google presentó una apelación para revocar la multa y una orden para corregir la práctica, pero este miércoles, el tribunal superior ratificó la decisión del regulador antimonopolio.
El tribunal determinó que Google abusó de su poder dominante en el mercado, reconociendo que la empresa tenía la intención y el propósito de restringir la competencia y excluir a empresas rivales.
El tribunal dijo que debido a la solicitud de Google, Samsung Electronics, LG Electronics y otras firmas tuvieron dificultades para comercializar sus productos y desarrollar productos únicos, a la vez que alegaron que se estaba obstaculizando la innovación y la mejora de sus artículos.
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