Se trata de una discusión referente a la importación y exportación de carne de res y queso. Ambos países negociaban un nuevo acuerdo comercial durante los últimos dos años desde que Gran Bretaña salió de la Unión Europea (UE).
El comercio entre los dos seguía en gran medida bajo los mismos términos que se pactaron originalmente cuando Londres era miembro del bloque.
En un comunicado, el Reino Unido señaló que sigue abierto a reiniciar las conversaciones más adelante, pero hasta el momento no apreciaron avances (el comercio anual bilateral está valuado en unos 33 mil millones de dólares).
Con el tiempo, a medida que avanzaban las discusiones, los negociadores canadienses se vieron cada vez más presionados por las industrias nacionales de la carne y los quesos.
La industria de la carne quería acceso al Reino Unido para su carne con hormonas, mientras que los líderes de la del queso en Canadá advirtieron sobre el impacto económico de ese producto libre de aranceles procedente del Reino Unido, principalmente el cheddar, cuando las exportaciones desde las islas finalizaron a finales de 2023.
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