El joven familiar del exmandatario destituido por el Parlamento en diciembre de 2022, era buscado desde marzo de mismo año, cuando pasó a la clandestinidad ante el citado dictamen, y el Ministerio del Interior ofrecía una recompensa de 30 mil soles (ocho mil 380 dólares) a quien ofreciese informes que llevaran a su captura.
Vásquez, acusado de colusión y tráfico de influencias, fue trasladado desde Puno en un avión policial y tras su llegada fue de inmediato llevado bajo fuerte custodia a instalaciones policiales para su posterior entrega a un juez.
Fuentes policiales afirmaron que el fugitivo habría negociado su entrega en condición de colaborador de la Fiscalía -lo cual implica confesar un delito y presentar pruebas contra culpables de mayor nivel- y el comandante general de la Policía, general Víctor Zanabria, dijo que el desenlace fue producto de un trabajo de inteligencia de 11 meses.
Sin embargo, el abogado del detenido, Iván Ramírez, afirmó que la entrega fue una decisión de Vásquez con la que no está de acuerdo, por considerar que la justicia actúa por criterios políticos.
Admitió que su cliente tuvo comunicaciones con el coronel Harvey Colchado, jefe del equipo policial anticorrupción de la Fiscalía, pero no es cierto que se haya puesto a derecho por un trabajo eficiente de la Policía.
Diversos medios de prensa hicieron notar que el sábado último el encarcelado expresidente Castillo llamó a sus allegados objetos de imputaciones de corrupción, a que las afronten, y sostuvo que, tras más de un año de la caída de su gobierno, no hay pruebas en su contra.
En un mensaje en la red social X, el exgobernante pidió a quienes (relacionados con él) “se encuentran en la clandestinidad a que enfrentemos sin temor las investigaciones del Ministerio Público, porque la verdad nos hará libres”.
“Después de más de un año de sufrir un encarcelamiento abusivo, no han logrado demostrar las imputaciones en mi contra, relacionadas con presuntos actos de corrupción. El tiempo nos está dando la razón”, añadió.
Según Castillo, “las mentiras y las injusticias tienen patas cortas, y ya es tiempo de ponerse a derecho y demostrar que no hemos cometido delitos”, añadió.
jha/mrs