Dicha medida obliga a los agricultores a mantener determinadas tierras en barbecho en respuesta a las preocupaciones de varios Estados miembros como Francia, de modo que podrán seguir accediendo a las ayudas.
Para recibir el apoyo de la PAC al que tienen derecho, los agricultores deben respetar un conjunto mejorado de nueve normas beneficiosas para el medio ambiente y el clima conocidas como BCAM.
Se trata de un principio de condicionalidad que se aplica a cerca del 90 por ciento de la superficie agrícola utilizada en la Unión Europea (UE) y desempeña un papel importante en la integración de prácticas agrícolas sostenibles.
Estas normas exigen, entre otras cosas, dedicar una proporción mínima de tierra cultivable a áreas o características no productivas, que normalmente se refieren a zonas en barbecho, un requisito que Bruselas propone derogar para que los agricultores sigan teniendo derecho a recibir el pago directo básico de la PAC.
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