Tal dato lo compararon con las versiones estadísticas de los 12 meses precedentes, cuando se trata de datos preliminares publicados este miércoles.
El resultado fue ligeramente peor que la estimación inicial de las autoridades, que era una reducción del 3,1 por ciento. Sin embargo, las ventas se mantuvieron 1,3 por ciento por encima del nivel anterior a la crisis de 2019.
Si solo se tienen en cuenta los aumentos de precios (nominales), los minoristas ingresaron 2,3 por ciento más en sus cajas que en 2022.
La facturación real del comercio minorista de alimentación cayó 3,9 por ciento en 2023 en comparación con el año anterior. Desde el crecimiento récord relacionado con la Covid-19 del 5,4 por ciento en 2020, los ingresos ajustados a los precios declinaron continuamente durante los tres años siguientes, explicaron los expertos.
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