Las zonas atacadas son las mismas donde el ejército sirio combate los remanentes del grupo Daesh, inscrito en la lista del terrorismo internacional, lo cual comprueba que Washington es cómplice, afirmó la cartera castrense por medio de un comunicado emitido hoy y publicado en los medios oficiales.
Acusó al Pentágono de acudir a medios sucios para revivir el Daesh y consideró que este grupo radical representa el brazo de Washington en Siria e Iraq.
La agresión estadounidense carece de justificación, siendo un intento de debilitar la capacidad del Ejército Árabe Sirio y sus aliados en la lucha contra el terrorismo, puntualizó el Ministerio.
Ratificó el compromiso del ejército sirio de defender a Siria y seguir luchando contra todos los grupos terroristas, por más apoyo que reciban de sus patrocinadores.
Continuaremos la guerra contra el terrorismo hasta su erradicación completa, y reafirmamos que la ocupación de partes del territorio sirio por parte de las fuerzas estadounidenses no puede perdurar para siempre, concluyó el ente su comunicado.
En horas de la madrugada de hoy, cazabombarderos del ejército de Estados Unidos atacaron decenas de puntos del ejército sirio y sus aliados, en la provincia de Deir Ezzor, ubicada a 450 kilómetros al nordeste de esta capital, cerca de la frontera con Iraq.
Los ataques, según denunció Damasco, dejaron varios muertos y heridos, y ocasionaron daños materiales en las propiedades públicas y privadas.
Durante los meses de octubre y noviembre del año pasado, aviones de Estados Unidos lanzaron similares ataques contra posiciones de las Fuerzas Armadas de Siria y sus aliados, en la misma gobernación de Deir Ezzor.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco ni la aprobación de las Naciones Unidas, las cuales han sido atacadas con misiles y drones en más de 150 ocasiones durante los últimos tres meses, en respuesta al apoyo estadounidense al genocidio cometido por Israel en Gaza.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
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