De acuerdo con las fuentes, las bajas sufridas por esta milicia, respaldada por Estados Unidos, ocurrieron en el campo petrolero de Al-Omar en la nororiental provincia de Deir Ezzor, cuyas instalaciones son ocupadas y utilizadas por las fuerzas del Pentágono.
La autodenominada Resistencia Islámica en Iraq reivindicó el ataque llevado a cabo mediante un dron y aseguró que el mismo constituye parte de la continua respuesta a Washington por su complicidad en la guerra israelí contra la Franja de Gaza.
Este bombardeo es el quinto de su tipo contra las bases norteamericanas desde que cazabombarderos del ejército de Estados Unidos atacaran el sábado último a decenas de puntos del ejército sirio y sus aliados, en la gobernación de Deir Ezzor, dejando varios muertos y heridos, y daños materiales en las propiedades públicas y privadas.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco ni la aprobación de las Naciones Unidas, las cuales han sido atacadas con misiles y drones en más de 150 ocasiones durante los últimos tres meses, en respuesta al apoyo estadounidense al genocidio cometido por Israel en Gaza.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
mem/fm