Al intervenir durante la jornada inaugural de la 30 Conferencia de Inversión en Minería Africana en la sureña Ciudad del Cabo, el mandatario puso en contexto global la situación de esa industria en el país.
A nivel mundial, dijo, la volatilidad de los precios de las materias primas, los altos precios de la energía, las tensiones geopolíticas y la crisis global del costo de la vida desempeñan un papel importante en el deterioro del entorno operativo empresarial.
A nivel nacional, prosiguió, la crisis energética y los cuellos de botella portuarios y ferroviarios ejercen una gran presión sobre los costos operativos de las mineras.
El Presidente añadió que la minería ilícita, el robo de cables y el vandalismo en infraestructuras imponen una presión adicional sobre la producción y los retornos de la minería.
Sin embargo, resaltó, Sudáfrica está comprometida a trabajar duro para superar esos graves desafíos.
En ese sentido, precisó que el ministerio de Recursos Minerales y Energía aseguró mil 384 megaWatts (MW) de las nuevas capacidades de generación eléctrica que se encuentran actualmente en construcción u operación.
Al abordar el tema de la minería ilegal en el país, Ramaphosa explicó como desde el establecimiento de una unidad policial especializada, en colaboración con las fuerzas de defensa (Ejército), se realizaron arrestos, procesamientos y condenas de los autores de ese delito.
Durante su intervención, el Presidente aseguró que, como Gobierno, está consciente de la realidad, de que sin reformas audaces y transformadoras en el sector logístico, la minería no puede prosperar.
De esa manera, añadió, el Gobierno trabaja en asociación con la industria para la más rápida implementación de la hoja de ruta de logística de carga nacional, con intervenciones en las terminales marítimas y en la red de ferrocarriles.
La industria minera contribuye con un 7,5 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) de Sudáfrica y representa alrededor del 60 por ciento, en valor, de las exportaciones del país.
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