La semana comenzó con muchos puntos calientes en la geografía de la nación caribeña, en especial Puerto Príncipe, la capital.
En Delmas grandes columnas de humo se podía divisar a los lejos, luego que manifestantes colocaron barricadas de neumáticos y les prendieron fuego.
La muchedumbre volcó vehículos y los pequeños comerciantes temiendo por sus vidas corrían a buscar refugio ante la incontenible ira que la policía trataba de aplacar con gases lacrimógenos.
Dicha situación obligó a los directores de los colegios a suspender provisionalmente las clases, y los bancos orientaron a sus trabajadores salir del trabajo al mediodía antes que la violencia escalara aún más en la tarde.
Mientras algunos corrían impulsados por el pánico, otros tomando toda precaución lograron llegar a los supermercados para abastecerse de productos básicos e imperecederos porque ya la historia demostró que esto puede ser cuestión de días.
En ese contexto, el líder del Sector Democrático y Popular (SDP), André Michel afirmó que no habría transferencia de poder el 7 de febrero, porque nunca fueron celebradas elecciones.
Por tal motivo es imposible que Henry deje el poder por el momento, algo que recalentaría la escena política haitiana, comentó el opositor radical en una entrevista en Radio Magik 9.
«El Estado haitiano no está en condiciones de garantizar la seguridad en toda la nación. Hay jefes de bandas que controlan una gran parte del país, y no es posible llevar a cabo comicios generales en esta situación. Por eso pedimos una fuerza internacional», expresó Michel quien instó a Henry a continuar con el diálogo político.
El 21 de diciembre de 2022 fue firmado un acuerdo en el que Henry permanecería 14 meses en el poder, el cual entregaría el 7 de febrero del año en curso, además de formar un nuevo gobierno, establecer un Consejo Electoral Provisional y asumir la organización de las próximas elecciones.
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