En este sentido, la titular explicó que la estrategia comprende la creación de una unidad de detección precoz frente a posibles manipulaciones impulsadas desde el exterior y, por ende, presuntas campañas de influencia.
La propuesta forma parte de un paquete de 13 medidas, expuestas de manera conjunta con los directores de Inteligencia interior y la Policía.
En ese plan, el gobierno del país europeo afirma que los extremistas de ultraderecha pretenden minar la confianza en la estabilidad y la capacidad de actuación del Estado.
Sumado a ello, alertaron de que «comparten ese objetivo con algunos actores extranjeros que también tienen interés en debilitar la democracia».
Asimismo, advirtieron sobre la utilización de cuentas falsas para crear alcance en Internet, inventar historias con imágenes basadas en inteligencia artificial y fingir credibilidad, a partir de la copia de sitios web de periódicos.
De acuerdo con el ejecutivo alemán, estas campañas tienen como propósito la manipulación de la libre formación de opinión, del debate político y el debilitamiento de la democracia.
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