El informe anual del Instituto de Estudios Estratégicos (IISS, siglas en inglés) no incluye las erogaciones por los envíos de armas estadounidenses a Israel para su guerra contra la población civil palestina en Gaza y Cisjordania, Ucrania y la isla de Taiwán.
Para los redactores del ente especializado “la presente situación internacional en varias regiones del mundo crea un volátil entorno de seguridad lo que lleva a pensar que los presupuestos de defensa aumenten aún más en el año en curso”.
Al respecto enumera como focos de tensión entre otras causas “el creciente desasosiego en el Ártico”, preocupaciones sobre China, que se abstiene de enunciar y “el auge de regímenes militares en la región africana del Sahel”.
A este panorama, que categoriza de “década peligrosa” el IISS añade que Estados Unidos y Europa impulsan sus respectivas producciones de cohetes y municiones después de décadas de bajas desinversiones en la industria armamentística.
El estudio trae a la actualidad una advertencia hace más de medio siglo del expresidente estadounidense y general de cinco estrellas Dwight D Eisenhower, quien hace más de seis décadas en un discurso público advirtió sobre la creciente injerencia del complejo militar industrial en el manejo de las políticas públicas del país.
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