Celebrada en la sede de la Unión Africana, previo a la 37 Cumbre de esa organización, la cita propuso un diálogo de alto nivel para aunar esfuerzos en la búsqueda del establecimiento de un nuevo alto el fuego en el este de la RDC, donde el ejército nacional y las fuerzas del Movimiento 23 de Marzo (M23) entablan duros combates.
En la reunión, donde participaron los jefes de Estado y de Gobierno de 10 países, el mandatario angoleño insistió en “volver a llevar por su cauce el proceso de pacificación en el este de la RDC, que estuvo muy próximo de alcanzar el éxito, con respecto a uno de los grupos armados que actúan en esa región”.
Remarcó que el objetivo es ver qué pasos deben darse para renegociar el cese de las hostilidades e intentar elevar el diálogo, “si es posible directo”, entre los presidentes de la RDC, Félix Tshisekedi, y de Ruanda, Paul Kagame.
Lourenço lamentó que actualmente haya un enorme retroceso en cuanto a la paz y seguridad en el área, lo cual tiene consecuencias para las poblaciones residentes en las zonas en conflicto y la economía del país.
“La situación se ha deteriorado mucho y tememos que pueda alcanzar proporciones peligrosas que acabarán por afectar no solo a los dos países vecinos (RDC y Ruanda), sino a toda la región de los Grandes Lagos y de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral”, remarcó.
Al respecto, enfatizó que es prioritario retomar el cese al fuego y procurar mejorar las relaciones entre las dos naciones.
El presidente angoleño abordó también la situación en el este de la RDC en conversaciones bilaterales con el mandatario de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, y con el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, según un reporte de la Televisión Pública de Angola.
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