El último asalto fue dirigido a Rémy Cyncé, quien fue con su esposa y su hijo a realizar una transacción en un banco comercial de la Cité Christophienne.
De regreso unos bandidos en motocicletas abrieron fuego contra la víctima fatal, que solo pudo desfundar su pistola y eliminar a uno de sus victimarios.
Su compañera en la vida sufrió una herida en la mano y su hijo salió ileso del atentado, puntualizó el diario Le Facteur.
El agente –quien pereció la víspera por un proyectil en su cabeza- pertenecía al Servicio Departamental de la Policía Judicial del Norte.
En tanto, la Policía Nacional de Haití (PNH) adelanta investigaciones acerca de dos ataques armados previos contra sus agentes perpetrados por bandas criminales.
Un vehículo de la PNH fue blanco de disparos mientras patrullaba la zona de Croix des Bouquets. En el incidente –ocurrido el domingo- resultó herido en el hombro un miembro del equipo cuyo nombre no fue revelado por problemas de seguridad.
La PNH anda también tras la pista de los autores de un atentado acontecido el 14 de febrero contra un agente del SWAT Team, quien fue acribillado en Puerto Príncipe.
Los miembros de la pandilla, cuyo nombre se desconoce hasta el momento, abrieron fuego contra Lector Roobens, de la 31 promoción de ese cuerpo especializado.
Roobens recibió ocho proyectiles y murió en el hospital donde lo trasladaron de urgencia, precisó el Sindicato Nacional de Policías Haitianos.
Recientemente, el coordinador general del Sindicato de la PNH, Lionel Lazarre, criticó con dureza al primer ministro del país caribeño, Ariel Henry, a quien acusó de negligente.
Lazarre comentó que muchos policías huyeron de sus casas por temor a las represalias de las pandillas, y hoy duermen en las comisarías con sus familias, y ni un subsidio le otorga el Estado.
El Sindicato Nacional de Policías de Haití informó que mil 800 agentes del orden huyeron del país el pasado año, otro factor que hoy imposibilita dar una respuesta efectiva a las bandas criminales.
Lazarre precisó que hasta octubre fueron mil 600 y en los meses de noviembre y diciembre sumaron 200.
Puntualizó que 39 policías murieron de forma natural y 37 fueron asesinados por las bandas armadas en 2023, y en los dos últimos años la cifra de agentes perdidos es de mil 950.
Los policías, que trabajan en condiciones extremadamente difíciles, con falta de perspectivas, buscan en su mayoría acogerse al programa parole humanitario del gobierno de Estados Unidos.
El sindicato demandó atención psicológica para ese sector, el más expuesto en la lucha contra los grupos armados en el país caribeño.
De acuerdo con un comunicado del gremio, el estado físico, psicológico y emocional de los agentes sufren el impacto de la dura realidad del momento.
Dicho gremio, también exigió la entrega de materiales adecuados y suficientes para seguir luchando contra la creciente inseguridad, y mejores condiciones laborales para los agentes, en especial, para aquellos que abandonaron sus barrios invadidos por bandidos.
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