En una declaración citada por el periódico, la oficina del jefe del Gobierno indicó que estar en esa lista no implica ser sospechoso de prácticas sórdidas para enriquecerse.
Según el texto, la fortuna de la familia Mikati deriva de 20 años de trabajo continuo en el sector de las telecomunicaciones, cuyo punto máximo llegó en 2005 tras una fusión con la empresa sudafricana MTN y su cotización en la Bolsa de Valores de Londres.
La fuente de la riqueza del primer ministro estuvo sujeta a análisis y pesquisas de órganos especializados que confirmaron la limpieza de las operaciones, indica al-Akhbar
Una de las transacciones señaladas en los Pandora Papers consiste en la compra por Mikati de una propiedad en Mónaco que no es la única dentro de las posesiones de la entidad corporativa del jefe del Gobierno libanés.
El comunicado asegura que la mayoría de los activos y propiedades familiares del primer ministro respetan principios de gestión y buen gobierno mediante prácticas comerciales legales observadas por toda la familia.
La nota apunta que el Consejo Constitucional de Líbano está al tanto de los bienes y propiedades de Mikati y que el Grupo M1 (nombre de la empresa familiar y sus filiales) mantiene separación entre los sectores público y privado.
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